Photobucket

viernes, 7 de noviembre de 2008

Homenaje a los canillitas en su Día


Por una curiosa sinécdoque*, a esos muchachitos de pantalón corto, con las canillas al aire, se los llamó canillitas.

El día del canillita comenzó a festejarse el 7 de noviembre de 1947, en conmemoración a la fecha de muerte de Florencio Sánchez. Este dramaturgo uruguayo dio origen a esta denominación en su obra "Canillita". En ese libro designa así a un chico de piernitas flacas que vendía diarios. Hasta hace algún tiempo, no se editaban ni se vendían diarios ni revistas en este día. Actualmente, si bien la fecha se sigue celebrando, las publicaciones se venden como cualquier otro día. La primera vez que se escuchó el grito de un vendedor de diarios fue en 1867 cuando anunciaba: “¡La República! ¡La República!”. Éste era el nombre de un diario de la época que ideó aquella forma de venta directa. Debido a su éxito, esta costumbre fue adoptada por otros diarios, creándose así una nueva fuente de trabajo.
El 1 de enero de 1868 el Dr. Manuel Bilbao, produjo un hecho que bien puede considerarse revolucionario para el periodismo. Hasta esa fecha los diarios llegaban a sus destinatarios por suscripción, a través del correo, o bien se los compraba en la misma imprenta. Pero a partir de entonces, cuando aparece el diario "La República", fundado por el propio Bilbao, junto a Alejandro Bernheim, se sorprende el ciudadano al escuchar por primera vez en las calles céntricas las voces de algunos muchachos pregonando: "¡La República, a un peso!". Y no sólo aparece el vendedor ambulante de diarios, sino también el impacto de una importante rebaja. El éxito fue notable y rápidamente imitado por los colegas. La innovación trascendió las fronteras, llegando incluso a Francia.
Lentamente se fueron instalando puestos callejeros fijos y rápidamente creció el número de muchachos ágiles y resistentes para correr las calles ganándole al tiempo, para dar cuanto antes el impacto de las noticias, muchas veces exageradas o a medias inventadas. Los muchachos vieron copada su actuación con la abundante presencia de niños; época de miseria, de falta alarmante de puestos de trabajo y los pequeños daban la posibilidad a tantas familias de tener unos centavos más de ingresos. Además eran requeridos porque eran más rápidos y arriesgados que los de mayor edad.
Subir y bajar velozmente de los tranvías -su vehículo por excelencia-, dejar uno para abordar de inmediato el otro, sin importar el rumbo que llevaban y valiéndose exclusivamente de su olfato para la venta. Un nuevo personaje se había incorporado al paisaje de la ciudad de Buenos Aires, que rápidamente se extendió a las ciudades del interior del país. Pero el vendedor de diarios callejero no tenía aún un nombre que los distinguiera de manera especial. Para ello hubo que esperar hasta el año 1904.
El 17 de enero de 1875 nace en Montevideo Florencio Sánchez. Desde los 16 años se dedica al periodismo en distintos medios uruguayos y siendo aún muy joven decide que su futuro está en el teatro, sueña con ser autor. Llega por primera vez a Buenos Aires en el año 1892, trabaja en La Plata como escribiente en una oficina donde el jefe es Juan Vucetich , célebre funcionario policial creador del sistema dactiloscópico (1858-1925). En esta ciudad nacen sus primeras obras. En 1902 viaja a Rosario, Provincia de Santa Fe, para asumir como redactor en el diario La República fundado por Lisandro de la Torre.
El ambiente periodístico lo inspira y escribe una pieza teatral, una pequeña obra de un acto con tres cuadros. El personaje principal es un niño vendedor de diarios. Le faltaba el título, pero lo conmueve uno de los vendedores rosarinos de piernitas muy delgadas. Espontáneamente, le surge la palabra "canillita" y así denomina su obra.
Una compañía española dedicada a las zarzuelas, la de Enrique Lloret, accede a ponerla en escena. Se estrena el 1º de octubre de 1902. El rol principal lo desempeña la "tiple" del conjunto una tal señora Iñíguez, conforme surge del elenco publicado en el programa. "Tiple" se denomina las más agudas de las voces humanas, propia de las mujeres y los niños. La obra tiene buena acogida, tanto que se representa doce noches seguidas. En aquella época, Florencio padecía urgencias de dinero, vivía casi en la miseria, además aspiraba casarse con su novia de siempre, a quien finalmente hizo su esposa. En 1903, conoce al actor y empresario Jerónimo Podestá, quien le estrena su título: "M'hijo el Dotor" que tuvo un gran éxito. A raíz de este suceso, se anima proponerle a la compañía, presentar en Buenos Aires su pieza de un solo acto "Canillita". En aquel entonces no existían niños actores, pero sí mujeres jóvenes con las condiciones para interpretar a un niño. La elegida fue la luego famosa actriz Blanca Podestá. La repercusión de "Canillita" supera lo esperado. Las críticas son altamente elogiosas. Los "diarieros" se identifican totalmente con el nombre. Entonces, de común acuerdo con los artistas, se propone una función gratuita para todos los vendedores de periódicos. El acontecimiento sucede en el Teatro Comedia, aquel de la calle Carlos Pellegrini, entre Cangallo y Cuyo (en la actualidad Presidente Perón y Sarmiento). La cita es un domingo a las dos y media de la tarde. La concurrencia excede la capacidad de la sala y festeja ruidosamente los versos sencillos de las partes cantadas e intenta intervenir cuando la policía se lleva preso al "canillita". Aún no distinguen entre ficción y realidad, como en tiempos pasados ocurriera con las representaciones de "Juan Moreira". Florencio está enfermo de tuberculosis, tiene un dinero ahorrado y viaja a Europa. Pero, igual que en el tango, su cuerpo enfermo no resiste más. Es internado en el hospital "Fate bene Fratelli" de Milán, donde fallece el 7 de noviembre de 1910. Años más tarde ese día es consagrado "El Día del Canillita", en homenaje al querido Florencio Sánchez.
Hay otros datos que intentaron explicar el significado de la palabra, alguno de ellos provenientes de la imaginería popular, según los casos. Se dijo que el apodo había nacido cuando alguien observó en invierno a los pibes con las narices chorreando como una canilla. En el año 1957, en una carta de lectores publicada en el diario La Nación, un señor uruguayo, antiguo distribuidor de diarios, se consideraba el creador del término. Recordaba en la misiva, que a fines del siglo XIX tenía un chico vendedor, hijo de una tal María Canilla. En ocasión de tener que llamarlo desde cierta distancia y no conociendo su nombre, gritó "Canillita", luego se corrió la voz para todos los muchachos diarieros . Un par de notas periodísticas publicadas años atrás historian la vida de María E. de Ísola, conocida en su época como "La China María", quien falleció en 1934 a los 82 años de edad. Fue considerada la primera mujer vendedora de diarios, siempre establecida o rondando la esquina de Rivadavia y 25 de Mayo. Florencio Sánchez en su obra "Canillita", con sencillez poética, traza las características del personaje cuando en el primer cuadro hace su aparición en escena y se pone a cantar las siguientes cuartetas:
Soy canillita
gran personaje
con poca guita
y muy mal traje.

Algo travieso
desfachatado
chusco y travieso
gran descarado.

Soy embustero
soy vivaracho
y aunque cuentero
no mal muchacho... (al final)

Muy mal considerado
por mucha gente
soy bueno,
soy honrado

No soy pillete
y para un diario
soy un elemento
muy necesario.

El cine no estuvo ajeno al tema. El 26 de junio de 1936 se estrenó el film "Canillita". Y el tango, como era de esperar, generó muchas obras sobre el tema y con el mismo título.

*(La sinécdoque es una licencia retórica mediante la cual se expresa la parte por el todo. La sinécdoque es una de las maneras más comunes de caracterizar un personaje ficticio. Frecuentemente, alguien es constantemente descrito por una sola parte o característica del cuerpo, como los ojos, que vienen a representar a la persona.) Según Wikipedia

Nuestro Homenaje sincero a los "canillitas" de ayer, hoy y siempre

7 De-MeNtEs:

Mr. TAS dijo...

¡coño! pitilleros como los skins-heads.... no, si hasta van a tener su día los jodíos.

Cabalayka dijo...

Vengo a devolverte la visita, es bien divertida y amena vuestra blog. Me gustan mucho la canciones que suenan.... Por cierto, aquí es españa, a las piernas flacas las llamamos "canillas". Ahora si puedo decir que conozco la etimología de la palabra...Núnca me acuesto sin aprender una cosa más, Gracias por compartir,genial!!!. un afectuoso saludo y les mando 1000 sonrisas desde España y...les trsnsmito saludos de Henriketo que está encantado con su visita y amable comentario. Haspta pronto...volveremos...

Anónimo dijo...

Un día para recordarlos...
Claro que ahora los "Canillitas" no son niños pequeños... (al menos por aquí!!).

Diariiiiiiiooooo, diario revista diarioooo!!!

Besotes candorosos, doñas!!!!

Ivana Carina dijo...

Retoñor decía a los 3 años que iba a salir a vender diarios para comprarse los juguetes! aaajaja! Mi cielo!!!

Hasta practicaba el "Diariiiiiiioooooo" jajajajaa!

Feliz día Canillitas!

Besotes ansiosos!!!

El rincòn de mi niñez dijo...

Aguante el canillita...se banca calor ,frío y grandes lluvias.
Buen homenaje.
beso

KALISTA dijo...

Que buen homenaje, hermoso...
Deseo que comiencen bien la semana.... juerzaa!! que ya llega el viernesss!! besitoss

TILDITA dijo...

Feliz Día pal´Hector, que me trae el diario los domingos!!!!Saludetes niñas!!!!