Tomás Jofré

En el año 1902 empiezan a llegar familias inmigrantes y edifican algunos ranchos que aun se conservan, tras un loteo realizado por la compañía inmobiliaria LA FRANCO-ARGENTINA, de Jorge Born.
En 1905 llega el doctor Tomas Jofre a los pagos de Mercedes, pero un año antes la Cámara de Diputados aprueba la construcción del famoso "Tren Sáenz" y una compañía inglesa se hace cargo del mismo. Tomas Jofre (quien fuera legislador y modificara leyes del código penal realizado por Vélez Sarsfield), hace un desvío y construye una precaria estación con chapas y delimita un pequeño espacio físico y le pone nombre al pueblito.Recién en 1911 el gobernador Arias le da el nombre de Jorge Born al pueblo y de Tomas Jofre a la estación de tren, pero a partir de allí surge la confusión sobre la verdadera denominación del poblado. Si bien el pueblo es Jorge Born, todo el mundo lo conoce como Tomas Jofre, el polo gastronómico del partido de Mercedes.

Un pueblo gastronómico en Buenos Aires.

Entre calles de tierra y el verde de las estancias, Tomás Jofré recibe cada fin de semana a gran cantidad de visitantes, ávidos de degustar pastas caseras y asados criollos en sus más de dos docenas de restaurantes y almacenes de campo. Muy cerca de Mercedes y a 90 kilómetros de Capital Federal.
Un descanso para llenar la panza.
Grandes extensiones verdes y paisajes de estancia acompañan en la ruta a unas 5.000 personas que cada fin de semana pisan Tomás Jofré para conocer las delicias del autodenominado "Polo gastronómico de campo": fideos al fierrito, raviolones caseros, asado criollo y salame.
El reloj parece detenerse al arribar a esta localidad bonaerense, ubicada a sólo 15 kilómetros de Mercedes y a 92 de Capital Federal. Menos de 200 habitantes conviven en 20 manzanas delimitadas por calles de tierra, viejas construcciones y pequeñas quintas. A ello se suma la ausencia de iglesia y comisaría, todo lo cual contrasta con el movimiento que aportan sus dos docenas de locales gastronómicos y que le dan fama al pueblo.
En rigor, cabe destacar, el nombre del lugar es Jorge Born en honor a su fundador. Sin embargo, popularmente se lo llama como a su antigua y hoy abandonada estación ferroviaria, Tomás Jofré (este último fue un caudillo local, jurista y creador del estatuto del peón de campo).
La comida, una excusa para el paseo
La competencia gastronómica no alcanza a cubrir la gran demanda de los visitantes. Por ello, es conveniente hacer reserva antes de viajar, lo cual evita tener largas esperas en la puerta de los restaurantes. Otro dato a tener en cuenta es que la modalidad más común es la del menú fijo, a lo que debe sumarse la bebida.
Don Silvano es quizás uno de los más famosos locales de Tomás Jofré. Antes era almacén de ramos generales y de esa época aún conserva el palenque para amarrar los caballos y un viejo surtidor de los primeros años de YPF. Si bien están allí desde los orígenes del pueblo, sus dueños son de origen piamontés. Se jactan de haber traído desde esa región los raviolones, lo mejor de su menú, cuyo relleno guardan con recelo hace 120 años. Los vinos añejados y el asador criollo destacan entre los manjares, especialidades para disfrutar en las mesas internas o en el patio, en compañía de las gallinas sueltas.
A cuatro cuadras, en la otra punta del pueblo, espera Fronteras. También nació como almacén de ramos generales, pero en la década del ´60 incorporó su restaurante. Con precios similares o un poco más económicos que los de Don Silvano, este comedor ofrece también pastas y parrilla (lechones y costillares), además de los chacinados y postres caseros.
En el Reencuentro pueden degustarse los fideos al fierrito, masa larga y finita que se envuelve en una especie de cable o alambre previo a la cocción. La Casona presenta un menú bien casero, con típica comida argentina, mientras que en D'los Viejos también es posible deleitarse con ricas pastas y asado.
Un descanso debajo de los árboles o la caminata por la plaza son dos buenas opciones para la sobremesa. En el restaurante San Marcos, tras el almuerzo pueden disfrutarse cabalgatas y paseos en sulky. Otra opción es pasar un día de campo en Cabaña La Tarde. En ese establecimiento de polo organizan actividades típicas como ordeñe, además de algunas carreras de cerdos o espectáculos folklóricos.
Para llevar y para quedarse
Entre los almacenes de campo, el más tradicional es La Cueva. Su especialidad son los chacinados: jamones, bondiolas, salames y salamines, lomitos de cerdo, chorizos y longanizas. Dichas exquisiteces, sumadas a una amplía variedad de dulces, suelen probarse en el local por gentileza de don Lalo, su dueño. Respecto al alojamiento, la hostería de Tomás Jofré tiene sólo cuatro habitaciones y está atendida por sus dueños. También hay una opción de spa, a un kilómetro del pueblo, en los Cuatro Amaneceres que ofrece terapias de relajación y de "desintoxicación urbana".

EL SHOW SE TRASLADA A TOMÁS JOFRÉ

Como es de imaginar.. ahí estuvimos nosotras.

Con motivo de este feriado largo, se realizó un encuentro para toda la familia con cantantes locales y bailarines. Nosotras fuimos hoy, que hizo un hermoso día de sol y nos contaron que ayer se habían congregado alrededor de 5000 personas.

Como siempre, las "reporteras" documentan todo lo acontecido. Aquí compartimos nuestras fotos con ustedes.