Día Mundial del Donador de Sangre

Homenaje y gratitud a dadores altruistas

Cada 14 de junio en todo el orbe se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre (DMDS). Esta celebración anual destaca el papel que los donantes de sangre desempeñan en la salvación de las vidas y en el mejoramiento de la salud de miles de personas, al tiempo que despierta la conciencia sobre la disponibilidad, la seguridad y el uso apropiado de la sangre y los hemoderivados. El DMDS se centra en la dádiva que, por motivos puramente altruistas, hacen los donantes de sangre voluntarios y no remunerados, la cual para muchas personas representa la garantía de su existencia. A medida que aumenta el número de países en lograr que el ciento por ciento de las entregas sean voluntarias, también se incrementa el reconocimiento al papel vital desempeñado por los donantes regulares, voluntarios y no remunerados. Éstos son los más seguros y constituyen la base que permite la disponibilidad de suministros nacionales de sangre, sostenibles y suficientes para atender las necesidades de todos los pacientes necesitados de transfusiones. Por lo tanto, la captación de donantes de sangre aptos debe ser una prioridad para todos los países. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el orbe aumenta la demanda clínica de sangre para apoyar los avances de los procedimientos médicos y quirúrgicos. Aunque el patrón para el uso de este líquido vital varía según el país, todavía existe una gran necesidad de él para el tratamiento de complicaciones durante el embarazo, el parto y para combatir la anemia en los infantes.Los donantes voluntarios de sangre realizan esta práctica de manera desinteresada y en un gesto de solidaridad y amor hacia sus semejantes. A cambio, no reciben otra recompensa que la satisfacción personal y la gratitud de parte de los pacientes que se sienten tenidos en cuenta y atendidos por personas que tal vez nunca conocerán. En este 2008 los organizadores del DMDS subrayan el tema "Donemos sangre con regularidad", con el fin de ayudar a los programas nacionales de donación de sangre a crear una base estable de dadores voluntarios no remunerados comprometidos a realizar entregas a largo plazo. También tienen el propósito de sensibilizar aún más a la población acerca de la necesidad de realizar esta práctica con regularidad, dado el corto tiempo de conservación de los componentes sanguíneos; fomentar el reconocimiento de que los donantes regulares voluntarios no remunerados son individuos sanos con estilos de vida saludables y son sometidos periódicamente a análisis. De igual forma, persiguen centrar la atención en la salud de los donantes y la calidad de la atención que se les presta como factores esenciales para estimular su deseo y su compromiso de entregar sangre con regularidad.